Reflexiones

viernes, octubre 28, 2005

Y Dios lloró

Y DIOS LLORÓ.

Una famosa periodista había entrevistado a los personajes más famosos del mundo, artistas, políticos, escritores, gobernantes, inventores e ingenieros. Le apasionaba la vida de aquellos que más habían influído en su comunidad o naciones y su pregunta más categórica era aquella que enfrentaba a estos personajes con sus propias obras.

Un día de camino a su oficina le dijo a su redactor que siempre había soñado con entrevistar al mismo Dios y hacerle la gran pregunta de su vida la cual estaría relacionada con su obra máxima: el hombre.

De repente , se vio envuelta por una gran luz en medio de un torbellino:
- Para, me dijo, asi que quieres entrevistarme?
- Bueno, le contesté , si es que tienes tiempo.

Se sonrió por entre la barba y dijo:
- Mi tiempo se llama eternidad y alcanza para todo. Qué pregunta quieres hacerme?
- Ninguna nueva ni difícil, para ti: que comentario te merece el hombre a quien creaste a tu imagen y semejanza?

Un poco entristecido, Dios me respondió :

QUE SE ABURRE DE SER NIÑO POR LA PRISA DE CRECER, Y LUEGO SUSPIRA POR VOLVER A SER NIÑO.

QUE PRIMERO PIERDE LA SALUD PARA TENER DINERO Y ENSEGUIDA PIERDE EL DINERO PARA RECUPERAR LA SALUD.

QUE SE PASA TODA LA VIDA ACUMULANDO BIENES QUE JAMÁS DISFRUTARÁ Y SUS HIJOS DERROCHARÁN.

QUE POR PENSAR ANSIOSAMENTE EN EL FUTURO, DESCUIDA SU HORA ACTUAL, Y NI VIVE EL PRESENTE NI EL FUTURO.

QUE SE PASA TODA LA VIDA TRATANDO DE SER FELIZ Y SE OLVIDA QUE LA FELICIDAD NO ES OTRA COSA QUE LA CAPACIDAD DE DISFRUTAR LO QUE SE TIENE.

QUE SE PRIVA DE DISFRUTAR DE SUS HIJOS POR EL AFÁN DE PROGRESAR Y CUANDO YA LO LOGRA, DESCUBRE QUE PERDIÓ IRREMEDIABLEMENTE A SUS HIJOS.

QUE SE PASA TODA LA VIDA ACUMULANDO CONOCIMIENTOS Y TÍTULOS, OLVIDÁNDOSE QUE LO ÚNICO IMPORTANTE ES EL AMOR.

QUE SE PASA LA VIDA BUSCANDO TRIUNFOS EXTERNOS CUANDO HA FRACASADO EN EL HOGAR.

QUE SE PASA LA VIDA BUSCANDO LA APROBACIÓN DE LOS DEMÁS CUANDO NI SIQUIERA ÉL MISMO SE APRUEBA.

QUE SE PASA LA VIDA BUSCANDO EL GOLPE DE SUERTE INGNORANDO QUE ÉSTA ES PRODUCTO DE SUS DECISIONES.

QUE SE PASA LA VIDA CAMBIANDO A LOS AMIGOS, SIN COMPRENDER QUE SON LOS AMIGOS LOS QUE CAMBIAN.

QUE SE PASA LA VIDA ACUMULANDO DINERO QUE COMPRA TODO, MENOS LA FELICIDAD.

QUE SE PASA LA VIDA ACUMULANDO RENCORES CONTRA SUS OFENSORES Y LO ÚNICO QUE OBTIENE ES PERJUDICARSE A SÍ MISMO.

QUE VIVE COMO SI NO FUERA A MORIRSE Y, SIN EMBARGO, SE MUERE COMO SI NO HUBIERA VIVIDO.

QUE CREÉ AL HOMBRE PARA QUE SEA FELIZ, PERO ÉL ESCOGIO LA INFELICIDAD.



POR PRIMERA VEZ VI A DIOS LLORAR..................

viernes, septiembre 30, 2005

Las cuatro esposas

LAS CUATRO ESPOSAS

Había una vez un rey que tenía cuatro esposas. Él amaba a su cuarta esposa más que a las demás y la adornaba con ricas vestiduras y la complacía con las delicadezas más finas. Sólo le daba lo mejor.


También amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos. Sin embargo, temía que algún día ella se fuera con otro.


También amaba a su segunda esposa. Ella era su confidente y siempre se mostraba bondadosa, considerada y paciente con él. Cada vez que el rey tenía un problema, confiaba en ella para ayudarle a salir de los tiempos difíciles.


La primera esposa del rey era una compañera muy leal y había hecho grandes contribuciones para mantener tanto la riqueza como el reino del monarca. Sin embargo, el no amaba a su primera esposa y aunque ella le amaba profundamente, apenas si el se fijaba en ella.


Un día, el rey enfermo y se dio cuenta de que le quedaba poco tiempo. Pensó acerca de su vida de lujo y cavilo: Ahora tengo cuatro esposas conmigo pero, Cuando muera, estaré solo".


Así que le pregunto a su cuarta esposa: "Te he amado mas que a las demás, te he dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado con esmero. Ahora que estoy muriendo, "¿Estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?" "Ni pensarlo!", Contesto la cuarta esposa y se alejo sin decir mas palabras. Su respuesta penetro en su corazón como un cuchillo filoso.


El entristecido monarca le pregunto a su tercera esposa: "Te he amado toda mi vida. Ahora que estoy muriendo, ¿Estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?" "No!", Contesto su tercera esposa. "La vida es demasiado buena!
Cuándo mueras, pienso volverme a casar!" Su corazón experimento una fuerte sacudida y se puso frió.


Entonces preguntó a su segunda esposa: "Siempre he venido a ti por ayuda y siempre has estado allí para mí. Cuando muera, estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?" Lo siento, no puedo ayudarte esta vez!", Contesto la segunda esposa. "Lo mas que puedo hacer por ti es enterrarte". Su respuesta vino como un relámpago estruendoso que devasto al rey.


Entonces escuchó una voz: "Me iré contigo y te seguiré doquiera tus vayas". El rey dirigió la mirada en dirección de la voz y allí estaba su primera esposa. Se veía tan delgaducha, sufría de desnutrición. Profundamente afectado, el monarca dijo: Debí haberte atendido mejor cuando tuve la oportunidad de hacerlo!".


En realidad, todos tenemos cuatro esposas en nuestras vidas.

Nuestra cuarta esposa es nuestro cuerpo. No importa cuanto tiempo y esfuerzo invirtamos en hacerlo lucir bien, nos dejara cuando muramos.

Nuestra tercera esposa son nuestras posesiones, condición social y riqueza. Cuando muramos, Irán a parar a otros.

Nuestra segunda esposa es nuestra familia y amigos. No importa cuanto nos hayan sido de apoyo a nosotros aquí, lo mas que podrán hacer es acompañarnos hasta el sepulcro.

Y nuestra primera esposa es nuestra alma, frecuentemente ignorada en la búsqueda de la fortuna, el poder y los placeres del ego. Sin embargo, nuestra alma es la única que nos acompañara donde quiera que vayamos. Así que, cultívala, fortalécela y cuídala ahora! Es el más grande regalo que puedes ofrecerle al mundo. Déjala brillar !

jueves, septiembre 29, 2005

El poder de las palabras

EL PODER DE LAS PALABRAS

"Cuenta la historia que en cierta ocasión, un sabio maestro se dirigía a su atento auditorio dando valiosas lecciones sobre el poder sagrado de la palabra, y el influjo que ella ejerce en nuestra vida y la de los demás.
"Lo que usted dice no me aporta nada nuevo"- lo interpeló un señor que se encontraba en el auditorio.
El maestro le escuchó con mucha atención y tan pronto terminó la frase, le grito con fuerza: "Cállate, tonto!! y siéntate"!!.
Ante el asombro de la gente, el aludido se lleno de furia y, cuando estaba fuera de si, el maestro alzó la voz y le dijo: "Perdone caballero, le he ofendido y le pido perdón; acepte mis sinceras excusas y sepa que respeto su opinión, aunque estemos en desacuerdo".
El señor se calmó.
El maestro le sonrió y le dijo: "Perdone usted que le haya contestado de esta manera, pero me pareció una buena oportunidad de mostrar de un modo mas claro el gran poder de las palabras: Con unas pocas palabras lo exalté, y con otras pocas lo calmé"

Las palabras no son inocentes y al pronunciarlas o pensarlas crean una forma de realidad. A las palabras no se las lleva el viento, las palabras dejan huella y tienen poder de influir en forma positiva o negativa....
Las palabras curan o hieren a una persona. Por eso mismo, los griegos decían que la palabra era divina y los filósofos elogiaban el silencio.
¿Para qué te digo todo esto?
Para hacerte reflexionar acerca de la realidad que creas con tus pensamientos, ya que ellos van construyendo tu vida casi sin que te des cuenta.
¿Te gusta la vida que llevas? sostiene tus pensamientos y si no te gusta busca cambiarlos, ya que ellos son los responsables de la vida que llevas

Tus pensamientos se convierten en palabras
Tus palabras forjan tu destino

Es importante que estés al acecho de tus pensamientos ya que ellos crean la relación contigo mismo, ellos tienen el poder de ponerte en acción o de frenarte. Ellos tienen el poder de llenarte de miedo o entusiasmarte. Gracias a ellos te sientes contento y optimista y también gracias a ellos puedes sufrir o sentir tristeza.
Nosotros creemos falsamente que son las circunstancias que vivimos las que nos meten en los diferentes estados de ánimo. Sin embargo de acuerdo con esta postura, son nuestros pensamientos y las interpretaciones que tenemos de las cosas, las que nos posicionan de una u otra manera.

Eres sabio si sabes cuando hablar y cuando callar.

¿Las palabras que utilizas para referirte a ti misma reflejan el valor que tu tienes?
¿Meditas acerca de las palabras que utilizas y su verdadera repercusión en el otro?
¿Cuando le dices que si a algo logras ser consistente con tu declaración?
¿Puedes sostener un No cuando quieres decir que no?
¿Te preocupas por no dejar conversaciones sin completar?
¿Recuerdas decirle a las personas que mas quieres lo importantes que son para ti?
¿Tienes cinco minutos cada día para reconocerte por todo lo que puedes a diario?
¿Encuentras un momento para conectarte con la gratitud?
¿Puedes permanecer en silencio al lado de quien amas, tan solo para acompañarlo?

"Nuestro lenguaje forma nuestras vidas y hechiza nuestro pensamiento"
Albert Einstein


Las palabras crean la emocionalidad y surgen desde ella. Por eso necesitamos pensar muy bien antes de hablar para no hacerlo desde la bronca, el enojo o el resentimiento. Las palabras no son inocentes y crean realidad y una vez que esta realidad es creada difícilmente podamos volverla atrás

"Una cometa se puede recoger
después de echarla a volar,
pero una palabra que ha salido de nuestra boca
dicha está y no se puede cancelar"

Por eso en este momento quiero hacerte una invitación:
Que digas todo lo que quieras decir, de un modo que verdaderamente refleje tus pensamientos.
Que no te guardes nada, que seas auténtico con lo que piensas y que le permitas al otro conocerte, saber quien eres y todo lo que sientes por los demás .

Tantas palabras mi alma, quisiera a veces decirte
yo siempre tuve palabras que nunca jamás te dije
y acaso cuando te vayas,
habré de sentirme triste
de tanto decir palabras que nunca jamás te dije.
(Denise Ainel)

jueves, septiembre 22, 2005

El roble y la hiedra

El roble y la hiedra

Un hombre edificó su casa. Y la embelleció con un jardín interno. En el centro plantó un roble. Y el roble creció lentamente. Día a día echaba raíces y fortalecía su tallo, para convertirlo en tronco, capaz de resistir los vientos y las tormentas.
Junto a la pared de su casa plantó una hiedra y la hiedra comenzó a levantarse velozmente. Todos los días extendía sus tentáculos llenos de ventosas, y se iba alzando adherida a la pared.

Al cabo de un tiempo la hiedra caminaba sobre los tejados. El roble crecía silenciosa y lentamente.

- "¿Cómo estás, amigo roble?", preguntó una mañana la hiedra.

-" Bien, mi amiga" contestó el roble.

-" Eso dices porque nunca llegaste hasta esta altura ", agregó la hiedra con mucha ironía. "Desde aquí se ve todo tan distinto. A veces me da pena verte siempre allá en el fondo del patio".

-" No te burles, amiga", respondió muy humilde el roble. " Recuerda que lo importante no es crecer deprisa, sino con firmeza ".

Entonces la hiedra lanzó una carcajada burlona.

Y el tiempo siguió su marcha.
El roble creció con su ritmo firme y lento.
Las paredes de la casa envejecieron.
Una fuerte tormenta sacudió con un ciclón la casa y su jardín. Fue una noche terrible.
El roble se aferró con sus raíces para mantenerse erguido. La hiedra se aferró con sus ventosas al viejo muro para no ser derribada. La lucha fue dura y prolongada.

Al amanecer, el dueño de la casa recorrió su jardín, y vio que la hiedra había sido desprendida de la pared, y estaba enredada sobre sí misma, en el suelo, al pie del roble. Y el hombre arrancó la hiedra, y la quemó.

Mientras tanto el roble reflexionaba:

" Es mejor crecer sobre raíces propias y crear un tronco fuerte, que ganar altura con rapidez, colgados de la seguridad de otros. "

miércoles, septiembre 21, 2005

La leyenda del verdadero amigo

La leyenda del verdadero amigo

Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron.

El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:

HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGO UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.

Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.

Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:

HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA.

Intrigado, el amigo preguntó:

¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?

Sonriendo, el otro amigo respondió:

Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.

martes, septiembre 20, 2005

Como contemplar el acero

Como contemplar el acero.

Lynell Waterman cuenta la historia del herrero que, después de una juventud llena de excesos, decidió entregar su alma a Dios. Durante muchos años trabajó con ahínco, practicó la caridad, pero, a pesar de toda su dedicación, nada parecía andar bien en su vida.
Muy por el contrario: sus problemas y sus deudas se acumulaban día a día.
Una hermosa tarde, un amigo que lo visitaba, y que sentía compasión por su situación difícil, le comentó:
-Realmente es muy extraño que justamente después de haber decidido volverte un hombre temeroso de Dios, tu vida haya comenzado a empeorar. No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tus creencias en el mundo espiritual, nada ha mejorado.
El herrero no respondió enseguida: él ya había pensado en eso muchas veces, sin entender lo que acontecía con su vida.
Sin embargo, como no deseaba dejar al amigo sin respuesta, comenzó a hablar, y terminó por encontrar la explicación que buscaba. He aquí lo que dijo el herrero:
-En este taller yo recibo el acero aún sin trabajar, y debo transformarlo en espadas. ¿Sabes tú como se hace esto?
Primero, caliento la chapa de acero a un calor infernal, hasta que se pone roja. En seguida, sin ninguna piedad, tomo el martillo más pesado y le aplico varios golpes, hasta que la pieza adquiere la forma deseada.
Luego la sumerjo en un balde de agua fría, y el taller entero se llena con el ruido del vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del violento cambio de temperatura.
"Tengo que repetir este proceso hasta obtener la espada perfecta: una sola vez no es suficiente".
El herrero hizo una larga pausa, encendió un cigarrillo y siguió:
-A veces, el acero que llega a mis manos no logra soportar este tratamiento.
El calor, los martillazos y el agua fría terminan por llenarlo de rajaduras.
En ese momento, me doy cuenta de que jamás se transformará en una buena hoja de espada.
Y entonces, simplemente lo dejo en la montaña de fierro viejo que ves a la entrada de mi herrería. Hizo otra pausa más, y el herrero terminó:
-Sé que Dios me está colocando en el fuego de las aflicciones. Acepto los martillazos que la vida me da, y a veces me siento tan frío en insensible como el agua que hace sufrir al acero. Pero la única cosa que pienso es:
"Dios mío, no desistas, hasta que yo consiga tomar la forma que Tú esperas de mí. Inténtalo de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que quieras -pero nunca me pongas en la montaña de fierro viejo de las almas".

lunes, septiembre 19, 2005

Semillas del rey

Semillas del rey

En un pueblo lejano, el rey convocó a todos los jóvenes a una audiencia privada con él, en dónde les daría un importante mensaje.

Muchos jóvenes asistieron y el rey les dijo: "Os voy a dar una semilla diferente a cada uno de vosotros, al cabo de 6 meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido, y el que tenga la planta más bella ganará la mano de mi hija, y por ende el reino".

Así se hizo, pero un joven plantó su semilla y ésta no germinaba; mientras tanto, todos los demás jóvenes del reino no paraban de hablar y mostrar las hermosas plantas y flores que habían sembrado en sus macetas.

Llegaron los seis meses y todos los jóvenes desfilaban hacia el castillo con hermosísimas y exóticas plantas. El joven estaba demasiado triste pues su semilla nunca germinó, ni siquiera quería ir al palacio, pero razonó que debía ir, pues era un participante y debía estar allí.

Con la cabeza baja y muy avergonzado, se condujo hacia el palacio, con su maceta vacía. Todos los jóvenes hablaban de sus plantas, y al ver a nuestro amigo soltaron en risa y burla; en ese momento el alboroto fue interrumpido por el ingreso del rey, todos hicieron su respectiva reverencia mientras el rey se paseaba entre todas las macetas admirando las plantas.

Finalizada la inspección hizo llamar a su hija, y llamó de entre todos al joven que llevó su maceta vacía; atónitos, todos esperaban la explicación de aquella acción.

El rey dijo entonces: "Este es el nuevo heredero del trono y se casará con mi hija, pues a todos se les dio una semilla infértil, y todos trataron de engañarme plantando otras plantas; pero este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, real y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener y que mi hija merece".

domingo, septiembre 18, 2005

¿A dónde te llevan los hilos?

¿A dónde te llevan los hilos?

Mi abuela bordaba los manteles más hermosos. Cuando era niño me quedaba junto a ella las tardes enteras charlando mientras sus hábiles manos danzaban en perfecta armonía con los hilos y telas.

Su estado de ánimo variaba dependiendo del día. A veces estaba alegre y conversadora, otras lucía seria y silenciosa. Y de vez en cuando se quejaba más de la cuenta.

Sin embargo siempre, sin importar el día, cosía con la misma mística. Frecuentemente la encontraba en su silla, dormitando, con la cabeza inclinada levemente hacia adelante, pero aferrando con firmeza su tejido.

Durante semanas sus bordados me parecían extraños y confusos, puesto que mezclaba hilos de distintos colores y texturas, que se veían en completo desorden.

Cuando le preguntaba que estaba tejiendo o bordando, sonreía y gentilmente me decía:

- Ten paciencia, ya lo verás.

Al mostrarme la obra terminada, me percataba que donde había habido hilos de colores oscuros y claros, resplandecía bordada una linda flor o un precioso paisaje. Lo que antes parecía desordenado y sin sentido, se entrelazaba creando una hermosa figura.

Me sorprendía y le preguntaba:

- Abuela, ¿cómo lo haces? ¿Cómo puedes tener tanta paciencia?

- Es como la vida. -respondía-. Si te fijas en la tela y los hilos en su estado original, se asemejarán a un caos, sin sentido ni relación, pero si recuerdas lo que estás creando, todo tendrá sentido.

Si juzgas tu vida solamente por la rutina de lo cotidiano, mucho de lo que haces parecerá inútil y sin sentido, pero si recuerdas el bordado que estás tejiendo, aun los enredos más caóticos cobrarán
significado.



P.D.: Sólo por hoy elige pensamientos y emociones positivas.
Notarás la diferencia.

sábado, septiembre 17, 2005

La carta de Ruth

La carta de Ruth

Ruth fue a su buzón de correo y solo había una carta. Ella la tomó y la miró antes de abrirla, y noto que no tenía nombre y dirección.

Ella leyó Querida Ruth: "Voy a estar en tu barrio el sábado en la tarde y quisiera verte. Te quiere
siempre, Jesús". Sus manos temblaban mientras colocaba la carta en la mesa. Porque Dios querrá visitarme si no soy nadie especial? También recordó que no tenia nada que ofrecerle, pensando en eso, ella recordó su alacena vacía. "Oh, no tengo nada que ofrecerle. Tengo que ir al supermercado y comprar algo para la cena". Ella tomo su cartera que contenía $5.00

"Bueno, puedo comprar pan y embutidos por lo menos". Se puso el abrigo y corrió a la puerta. Compro un molde de pan francés, media libra de jamón de pavo y un cartón de leche lo que le dejo con tan solo doce centavos hasta el lunes. Se sentía bien a medida que se acercaba a su casa con su humilde compra bajo el brazo.

"Señorita, por favor, puede ayudarnos?" Ruth había estado tan sumergida en sus planes para la cena que no había notado dos figuras acurrucadas en la acera. Un hombre y una mujer, ambos vestidos de andrajos. "Mire señorita, no tengo trabajo y mi esposa y yo hemos estado viviendo en las calles, nos estamos congelando y tenemos mucha hambre y si usted nos pudiera ayudar se lo agradeceríamos mucho".

Ruth los miro. Ellos estaban sucios y mal olientes y penso que si ellos en verdad quisieran trabajar ya habrían conseguido algo. "Señor, me gustaría ayudarlos, pero soy pobre también. Todo lo que tengo es un poco de pan y jamón, y tendré un invitado especial a cenar esta noche y pensaba darle esto de comer."

"Esta bien, comprendo. Gracias de todas maneras. El hombre puso su brazo sobre los hombros de la mujer y se fueron rumbo al callejón.

Ella los miraba alejarse y sintió mucho dolor en su corazón". "Señor espere". La pareja se detuvo, mientras ellas corría hasta ellos. "Por que no toman esta comida, puedo servirle otra cosa a mi invitado" dijo ella mientras le entregada la bolsa del supermercado

"Gracias. Muchas gracias señorita "Si, Gracias" Le dijo la mujer y Ruth pudo ver que estaba temblando de frío. "Sabe, tengo otro abrigo en casa, tome este", le dijo mientras se lo ponía sobre los hombros. Ella regreso a casa sonriendo y sin su abrigo ni comida que ofrecer a su invitado.
Se estaba desanimando a medida que se acercaba a la puerta de su casa, pensando que no tenia nada que ofrecer al Señor.

Cuando metió la llave en la cerradura notó otro sobre en su buzón. "Que raro. Usualmente, el cartero no viene dos veces el mismo día".

Ella tomo el sobre y lo abrió: Querida Ruth: Fue muy agradable verte de nuevo. Gracias por la comida y gracias también por el hermoso abrigo. Te quiere siempre, Jesús.

Yo se que a veces es difícil encontrar a Dios en las pequeñas cosas que nos rodean, incluso en las personas que a veces nos son desagradables, pero es precisamente ALLI donde EL quiere que le encontremos: en cada pequeña y hermosa cosa que esta hecha para nosotros!!!!

viernes, septiembre 16, 2005

¿Porqué es tan difícil tener verdaderos amigos?

¿Porqué es tan difícil tener verdaderos amigos?

Será que siempre buscamos lo que nunca hemos tenido.

Alguna vez mi padre me dijo cuando era pequeño, "hija, los amigos se
cuentan con los dedos de las manos y muchas veces hasta sobran".

De ahí que me pregunto siempre "¿quienes son mis verdaderos amigos?"

Acaso he de desconfiar de todo al que he conocido. No sé, ¿como saber
quienes son mis amigos? Serán acaso aquellos que me llaman para salir
conmigo, o aquellos que me despiertan cuando estoy dormido.

Los que me apoyan cuando estoy afligido, o los que me hacen ver mis
errores aún y que no sea lo que yo he querido.

Los que me felicitan en mi cumpleaños y celebran conmigo toda la noche, o
los que con una simple llamada me hacen sentir vivo. Los que están
incondicionalmente ahí cuando los necesito, o los que a pesar de su ausencia
son los que más me han querido.

Serán aquellos a los que les cuento mis amores en secreto, o con los que
alardeo de conquistas sin fundamentos. Los que me dicen que todo esta bien,
o los que me dan la contra y lo malo me hacen ver.

Los que me prestan dinero cuando lo necesito, o los que me lo niegan
porque saben su destino. Los que al verme me saludan con un gran abrazo, o
los que me reciben una sonrisa y un sincero apretón de manos.

Los que me cuentan sobre todo lo que les pregunto, o los que sin pedirlo
lloran conmigo por lo que les ha sucedido. Los que me dicen que me quieren,
o los que con una sonrisa transmiten más de lo que pueden. Con los que nunca
peleo, o con los que a veces riño.

La verdad es que puede haber muchas clases de amigos, pero solamente
cuento en mis manos a los que aún conociendo mis sentimientos, mis
pensamientos, mis fantasías, mis alegrías, mis éxitos y mis fracasos, confían
en mí y sobretodo me aceptan como soy, sin cuestionamientos, ni reproches,
simplemente se limitan a decir, "Ese que va allí es mi AMIGO".

jueves, septiembre 15, 2005

El genio

El genio

En la India, había una familia muy pobre que carecía de todo y pasaban muchas necesidades, mientras que a su vecino no le faltaba de nada y vivía en una casa magnífica rodeada de un esplendoroso jardín. La mujer del hombre pobre era bastante envidiosa y se preguntaba de dónde habría sacado los bienes su vecino, así que decidió espiarle y un día vio que el vecino daba tres palmadas y al instante aparecía un genio que llevaba una enorme espada en la cintura; el vecino le dio todo tipo de órdenes sobre el mantenimiento, limpieza y abastecimiento de la casa y el genio las cumplió de inmediato. La mujer volvió corriendo donde estaba su marido y le contó lo que había visto. "Tienes que pedirle que nos preste el genio, así tendremos de todo como él y dejaremos de pasar penalidades", le dijo entusiasmada.

El marido era un poco reacio, pero ante la constante insistencia de la mujer accedió a ir a hablar con el vecino. Llamó a la puerta y su vecino le abrió: "Hola, vecino, vengo a pedirte un grandísimo favor. Mi mujer ha visto que tienes un genio que te ayuda a realizar todas las tareas de la casa y que te consigue todo lo que le pides, nosotros no tenemos nada y pasamos muchas penurias, me gustaría que me prestaras una temporada al genio para así poder dejar de ser tan pobres y conseguir tener algunos bienes" le dijo con gran vergüenza.

El vecino le miró compasivo y contestó: "De acuerdo, te prestaré a mi genio, pero te advierto que no es tan fácil como parece. Cuando se invoca a este genio hay que estarle mandando hacer cosas constantemente, porque si no se hace así, se enfadará y con la gran espada que lleva a la cintura te cortará la cabeza; te lo advierto de nuevo, no es tan fácil como parece estarle mandando cosas constantemente, así que ten mucho cuidado. Mira yo me marcho de viaje y tardaré un par de días en volver, te lo dejo ese tiempo. Lo único que tienes que hacer para invocar al genio es dar tres palmadas y él aparecerá ante tí".

El marido volvió corriendo con gran alegría hasta donde estaba su esposa: "Mira, me ha dejado la jarra que contiene el genio y está a nuestra disposición mientras nuestro vecino esté de viaje. ¡Lo he conseguido! Dejaremos de ser pobres, tendremos de todo y nada faltará a nuestros hijos. ¡Qué alegría!".

La mujer estaba muy impaciente por empezar a pedir cosas y le dijo que invocara al genio de inmediato. El marido dio tres palmadas y al instante el genio apareció ante ellos entre una nube de humo, era impresionante por su gran tamaño, sus lujosas ropas y por la enorme espada que portaba a la cintura: "Hola mi amo, dime qué deseas" dijo el genio.

Tanto el esposo como la mujer se pusieron muy contentos de tener a su disposición al genio y comenzaron a pedir de inmediato: "Quiero que nos construyas una mansión espléndida", dijo la mujer.

El genio chasqueó los dedos y al instante apareció ante ellos una mansión magnífica, muy grande y vistosa. Los esposos se quedaron maravillados ante la belleza y esplendor de la mansión y comenzaron a dar saltos de alegría. "Ahora llena la mansión de estupendos muebles", continuó el marido. El genio volvió a chasquear los dedos y la mansión se llenó de unos muebles muy lujosos. "Ahora queremos buenos ropajes para nosotros y para nuestros hijos", este deseo también se vio satisfecho al instante y así sucesivamente con todo lo que iban pidiendo, todos su deseos eran cumplidos de inmediato.

Cuando el matrimonio y sus hijos estuvieron vestidos con muy buenas ropas e instalados en al mansión se les ocurrió pedir los más ricos manjares que se pudieran concebir para así poder comer hasta saciarse, cosa que nunca habían hecho.

"Bueno, genio, ahora déjanos un rato mientras comemos esta espléndida comida que nos has traído", dijo el marido; pero el genio se le quedó mirando fijamente y le dijo: "Mi amo, ¿qué más deseas ahora?". Al ver que no le decían nada, ya que estaban comiendo con avidez, el genio puso cara de enfado y comenzó a desenvainar muy lentamente su espada. El marido se puso pálido y comenzó a balbucear: "Espera, espera, ahora quiero que me hagas un magnífico jardín"; el genio chasqueó los dedos y el jardín estuvo construido al instante. Así que apenas pudieron disfrutar de la estupenda comida ya que tenían que seguir ordenado cosas al genio. Le hicieron construir un estanque y un riachuelo en el jardín, luego un puentecito sobre el riachuelo, pronto se les acabaron las ideas sobre qué pedir al genio, así que este volvió a enfadarse y comenzó a desenvainar la espada. Entonces le mandaron que deshiciera algunas de las cosas que había construido y luego que las volviera a construir porque ya no sabían que más mandarle. "Quita el puente del riachuelo, deshaz el estanque, vuelve a hacerme otro estanque mejor, cambia los muebles de la casa...", le mandaban ya casi con angustia por que todas las órdenes eran cumplidas al instante y no podían parar ni un momento ya que el genio se enfadaba y les amenazaba con su espada.

Al llegar la noche apenas pudieron dormir ya que tenían que turnarse para dar órdenes al genio y así siguieron de muy mala manera ya que el genio en seguida estaba presto a sacar la espada y cortarles la cabeza en cuanto dejaban de mandarle cosas constantemente.

Al segundo día ya no podían más y el marido acudió muy temprano a la casa del vecino para ver si había regresado. Llamó a la puerta y el vecino le abrió. "Tienes que ayudarle", le dijo angustiado, "no puedo más, el genio no me deja vivir, ni disfrutar de todo lo que me ha dado; ya no sé que más mandarle y en cualquier momento va a acabar cortándome la cabeza, estoy desesperado, no sé que voy a hacer".

El vecino le miró con comprensión y le dijo: "Te lo advertí, no es fácil estar dándole ordenes siempre; pero no te preocupes yo sé como dominar al genio".

Juntos acudieron a la casa del matrimonio y el vecino ordenó al genio: "Genio, construye un pozo en el jardín que llegue hasta el centro de la tierra"; el genio chasqueó los dedos y al instante el pozo estuvo construido. "Bien, ahora coloca un poste en el centro del pozo que también llegue hasta el centro de la tierra" y el genio lo hizo. "Muy bien, ahora quiero que subas y bajes por el poste hasta que yo te diga"; con lo que el genio se puso a subir y bajar por el poste.

El vecino se volvió hacia el hombre y le dijo "Ves, no era tan difícil dominar al genio, pero hay que saber cómo hacerlo y qué ordenarle". Éste suspiró aliviado ya que algo que en un principio había creído ser una cosa estupenda se había transformado en una angustia ya que varias veces había estado a punto de perder la cabeza.

Al cabo de bastante tiempo el genio llamó a su amo para decirle que estaba cansado de subir y bajar por el poste, y que si le dejaba volver a su jarra, él solo haría lo que le mandaran sin agobiar a su dueño y sin utilizar más la espada.



ESTO ES UN CUENTO PARA EXPLICAR LA MEDITACIÓN DE CONCENTRACIÓN EN LA RESPIRACIÓN:

EL GENIO ES NUESTRA MENTE Y NUESTROS PENSAMIENTOS, QUE SIN CONTROL NOS PUEDEN LLEGAR A HACER PERDER LA CABEZA YA QUE NOS RECLAMAN HACER ALGO CONSTANTEMENTE. EL POSTE Y EL POZO SON LA RESPIRACIÓN, DE MANERA QUE POR MEDIO DE CONCENTRAR NUESTRA MENTE EN LA RESPIRACIÓN PODEMOS LLEGAR A CONTROLARLA PARA QUE NO NOS VUELVA LOCOS; YA QUE SI LA CONCENTRAMOS EN LA RESPIRACIÓN EL TIEMPO SUFICIENTE LA MENTE ACABA CANSÁNDOSE Y SE RENDIRÁ DE MODO QUE LOGREMOS SER NOSOTROS LOS QUE DOMINEMOS A NUESTRA MENTE Y NO ELLA LA QUE NOS DOMINE A NOSOTROS.

miércoles, septiembre 14, 2005

Manos que oran

Manos que oran

Durante el siglo XV, en una pequeña aldea cercana a Nuremberg, vivía una familia con 18 niños. Para poder poner pan en la mesa para tal prole, el padre, y jefe de la familia, trabajaba casi 18 horas diarias en las minas de oro, y en cualquier otra cosa que se presentara. A pesar de las condiciones tan pobres en que vivían, dos de los hijos de Albrecht Durer tenían un sueño. Ambos querían desarrollar su talento para el arte, pero bien sabían que su padre jamás podría enviar a ninguno de ellos a estudiar a la Academia.

Después de muchas noches de conversaciones calladas entre los dos, llegaron a un acuerdo. Lanzarían al aire una moneda. El perdedor trabajaría en las minas para pagar los estudios al que ganara. Al terminar sus estudios, el ganador pagaría entonces los estudios al que quedara en casa, con las ventas de sus obras, o como fuera necesario. Lanzaron al aire la moneda un domingo al salir de la Iglesia. Albretch Durer gano y se fue a estudiar a Nuremberg.

Albert comenzó entonces el peligroso trabajo en las minas, donde permaneció por los próximos cuatro años para sufragar los estudios de su hermano, que desde el primer momento fue toda una sensación en la Academia.

Los grabados de Albretch, sus tallados y sus óleos llegaron a ser mucho mejores que los de muchos de sus profesores, y para el momento de su graduación, ya había comenzado a ganar considerables sumas con las ventas de su arte.

Cuando el joven artista regresó a su aldea, la familia Durer se reunió para una cena festiva en su honor. Al finalizar la memorable velada, Albretch se puso de pie en su lugar de honor en la mesa, y propuso un brindis por su hermano querido, que tanto se había sacrificado para hacer sus estudios una realidad.

Sus palabras finales fueron: "Y ahora, Albert hermano mío, es tu turno. Ahora puedes ir tú a Nuremberg a perseguir tus sueños, que yo me haré cargo de ti".

Todos los ojos se volvieron llenos de expectativa hacia el rincón de la mesa que ocupaba Albert, quien tenía el rostro empapado en lágrimas, y movía de lado a lado la cabeza mientras murmuraba una y otra vez: "No... no...no...".

Finalmente, Albert se puso de pie y secó sus lágrimas. Miró por un momento a cada uno de aquellos seres queridos y se dirigió luego a su hermano, y poniendo su mano en la mejilla de aquel le dijo suavemente: "No, hermano, no puedo ir a Nuremberg. Es muy tarde para mí. Mira lo que cuatro años de trabajo en las minas han hecho a mis manos. Cada hueso de mis manos se ha roto al menos una vez, y últimamente la artritis en mi mano derecha ha avanzado tanto que hasta me costó trabajo levantar la copa durante tu brindis... mucho menos podría trabajar con delicadas líneas el compás o el pergamino y no podría manejar la pluma ni el pincel. No, hermano... para mí ya es tarde".

Mas de 450 años han pasado desde ese día. Hoy en día los grabados, óleos, acuarelas, tallas y demás obras de Albretch Durer pueden ser vistos en museos alrededor de todo el mundo. Pero seguramente usted, como la mayoría de las personas, sólo recuerde uno. Lo que es más, seguramente hasta tenga uno en su oficina o en su casa.

Un día, para rendir homenaje al sacrificio de su hermano Albert, Albretch Durer dibujó las manos maltratadas de su hermano, con las palmas unidas y los dedos apuntando al cielo. Llamó a esta poderosa obra simplemente "Manos", pero el mundo entero abrió de inmediato su corazón a su obra de arte y se le cambió el nombre a la obra por el de "Manos que oran".

La próxima vez que vea una copia de esa creación, mírela bien. Permita que sirva de recordatorio, si es que lo necesita, de que nadie, nunca, ¡triunfa solo!

martes, septiembre 13, 2005

Vivir el presente

Vivir el presente

Mi amigo abrió el cajón de la cómoda de su esposa y levanto un paquete envuelto en papel de seda:

Esto - dijo - no es un simple paquete, es Lencería".

Tiro el papel que lo envolvía y observo la exquisita seda y el encaje.

" Ella compró esto la primera vez que fuimos a Nueva York, hace 8 o 9 años. Nunca lo usó. Lo estaba guardando para una "ocasión especial". Bueno... creo que esta es la ocasión".

Se acercó a la cama y colocó la prenda junto con las demás ropas que iba a llevar a la funeraria. Su esposa acababa de morir. Volviéndose hacia mi, dijo:

"No guardes nada para una ocasión especial, cada día que vives es una ocasión especial".

Todavía estoy pensando en esas palabras.. ya han cambiado mi vida. Ahora estoy leyendo más y limpiando menos. Me siento en la terraza y admiro la vista sin fijarme en las malas hierbas del jardín. Paso mas tiempo con mi familia y amigos y menos tiempo en el trabajo. He comprendido que la vida debe ser un patrón de experiencias para disfrutar, no para sobrevivir. Ya no guardo nada. Uso mis copas de cristal todos los días. Me pongo mi saco nuevo para ir al supermercado, si así lo decido y me da la gana. Ya no guardo mi mejor perfume para fiestas especiales, lo uso cada vez que me provoca hacerlo. Las frases "algún día..." y " uno de estos días", están desapareciendo de mi vocabulario. Si vale la pena verlo, escucharlo o hacerlo, quiero verlo, escucharlo o hacerlo ahora. No estoy seguro de lo que habría hecho la esposa de mi amigo si hubiera sabido que no estaría aquí para el mañana que todos tomamos tan a la ligera. Creo que hubiera llamado a sus familiares y amigos cercanos. A lo mejor, hubiera llamado a algunos antiguos amigos para disculparse y hacer las paces por posibles enojos del pasado. Me gusta pensar que hubiera ido a comer comida china, su favorita. Son esas pequeñas cosas dejadas sin hacer las que me harían enojar si supiera que mis horas están limitadas. Enojado porque dejé de ver a buenos amigos con quienes me iba a poner en contacto "algún día"... Enojado porque no escribí ciertas... cartas que pensaba escribir "uno de estos días". Enojado y triste porque no le dije a mis hermanos y a mis hijos con suficiente frecuencia, cuanto los amo. Ahora trato de no retardar, detener o guardar nada que agregaría risa y alegría a nuestras vidas.

Y cada mañana me digo a mí mismo que este día es especial,....cada día, cada hora, cada minuto... es especial. Si recibiste esto, es porque alguien te quiere, y porque probablemente hay personas a quienes tú quieres.

lunes, septiembre 12, 2005

La vasija agrietada

La vasija agrietada

Un cargador de agua en la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los
extremos de un palo que el llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas
tenía una grieta, mientras que la otra era perfecta y entregaba el agua
completa al final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su
patrón.
Cuando llegaba, la vasija rota solo contenía la mitad del agua. Por dos años
completos esto fue así diariamente. Desde luego la vasija perfecta estaba
muy orgullosa de sus logros, perfecta para los fines para la cual fue
creada.
Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia
imperfección y se sentía miserable porque solo podía conseguir la mitad de
lo que se suponía debía hacer. Después de dos años le habló al aguador
diciéndole: "Estoy avergonzada de mi misma y me quiero disculpar contigo"...
por qué? le preguntó el aguador.
Porque debido a mis grietas, solo puedes entregar la mitad de mi carga.
Debido a mis grietas, solo obtienes la mitad del valor de lo que deberías.
El aguador se sintió muy apesadumbrado por la vasija y con gran compasión le
dijo: "cuando regresemos a la casa del patrón quiero que notes las
bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.
Así lo hizo y en efecto vio muchísimas flores hermosas a todo lo largo, pero
de todos modos se sintió muy apenada porque al final solo llevaba la mitad
de su carga. El aguador le dijo: Te diste cuenta de que las flores solo
crecen en tu lado del camino?, siempre he sabido de tus grietas y quise
obtener ventaja de ello, sembré semillas de flores a todo lo largo del
camino por donde tú vas y todos los días tú las has regado. Por dos años yo
he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi maestro.
Sin ser exactamente como eres, El no hubiera tenido esa belleza sobre su
mesa.
Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas
agrietadas, pero si le permitimos a Dios utilizar nuestras grietas para
decorar la mesa de su Padre......" En la gran economía de Dios, Nada se
desperdicia".

La ermita

La ermita

El viejo Haakon cuidaba cierta Ermita.
En ella se veneraba un crucifijo de mucha devoción.
Este crucifijo recibía el nombre, bien significativo de
"Cristo de los Favores". Todos acudían allí para
pedirle al Santo Cristo.
Un día el ermitaño Haakon quiso pedirle un
favor. Lo impulsaba un sentimiento generoso. Se
arrodilló ante la imagen y le dijo, "Señor,
quiero padecer por ti. Dejame ocupar tu puesto.
Quiero reemplazarte en La Cruz." Y se quedó fijo
con la mirada puesta en la Sagrada Efigie,
como esperando la respuesta. El Crucificado
abrió sus labios y habló. Sus palabras cayeron de
lo alto, susurrantes y amonestadoras: "Siervo mío,
accedo a tu deseo, pero ha de ser con una
condición." Cuál, Señor??, -
preguntó con acento suplicante Haakon. Es una
condición difícil.

Estoy dispuesto a cumplirla con tu ayuda, Señor,
-respondió el viejo ermitaño. Escucha : suceda lo
que suceda y veas lo que veas, has de guardar
siempre silencio.Haakon contestó: Os, lo prometo,
Señor Y se efectuó el cambio. Nadie advirtió el
trueque.
Nadie reconoció al ermitaño, colgado de cuatro
clavos en la Cruz. El Señor ocupaba el puesto de
Haakon. Y éste por largo tiempo cumplió el
compromiso. A nadie dijo nada. Los devotos
seguían desfilando pidiendo favores. Pero un día,
llegó un rico, después de haber orado, dejó allí
olvidada su cartera. Haakon lo vió y calló.
Tampoco dijo nada cuando un pobre, que vino dos
horas después, se apropió de la cartera del
rico. Ni tampoco dijo nada cuando un muchacho se
postró ante él poco después para pedirle su gracia
antes de emprender un largo viaje. Pero en
ese momento volvió a entrar el rico en busca de
la bolsa. Al no hallarla, pensó que el muchacho se
a había apropiado. El rico se volvió al joven y
le dijo iracundo: Dame la bolsa que me has robado!.
El joven sorprendido, replicó No he robado ninguna
bolsa. No mientas, devuélmela enseguida!.
Le repito que no he cogido ninguna bolsa, afirmó
el muchacho.El rico arremetió , furioso contra él. Sonó
entonces una voz fuerte: "Detente! El rico miró
hacia arriba y vió que la imagen le hablaba.
Haakon, que no pudo permanecer en silencio,
grito, defendió al joven, increpó al rico por la falsa
acusación. Este quedó anonadado, y salió de la
Ermita. El joven salió también porque tenía prisa
para emprender su viaje. Cuando la Ermita quedó
a solas, Cristo se dirigió a su siervo y le dijo: Baja de la Cruz. No
sirves para ocupar mi puesto. No has
sabido guardar silencio. Señor, dijo Haakon, "Cómo
iba a permitir esa injusticia?.
Se cambiaron los oficios. Jesús ocupó la Cruz
de nuevo y el ermitaño que quedó ante el Crucifijo.
El Señor, clavado, siguió hablando. Tú no sabías
que al rico le convenía perder la bolsa, pues
llevaba en ella el precio de
la virginidad de una joven mujer. El pobre, por
el contrario, tenía necesidad de ese dinero e hizo
bien en llevárselo; en cuanto al muchacho
que iba a ser golpeado, sus heridas le hubiesen
impedido realizar el viaje que para él resultaría fatal.
Ahora, hace unos minutos acaba de zozobrar el
barco y él ha perdido la vida. Tú no sabías nada.
Yo sí sé. Por eso callo. Y la sagrada imagen del
crucificado guardó silencio.

Y hasta aquí la Leyenda Noruega, tan significativa "Dios calla, y cuando
habla, sus palabras no destruyen del todo."

Cuantas veces no pretendemos dirigir nuestro destino creyendo que es lo
mejor para nosotros...Solo Dios sabe lo que es mejor para nosotros. Hay
que
aprender a aceptar su Santa voluntad, aunque a veces no la comprendamos.

El soldado

El soldado

"Una historia que fue contada por un soldado que pudo regresar a casa después de haber peleado en la guerra de Vietnam.
Le hablo a sus padres desde San Francisco. "Mamá, Papá. Voy de regreso a casa, pero les tengo que pedir un favor, traigo a un amigo que me gustaría que se quedara con nosotros."

"Claro," - le contestaron -, "Nos encantaría conocerlo."

"Hay algo que deben de saber", - el hijo siguió diciendo-, "El fue herido en la guerra. Piso en una mina de tierra y perdió
un brazo y una pierna, él no tiene a donde ir, y quiero que venga a vivir con nosotros a casa."

"Siento mucho el escuchar eso, hijo. A lo mejor podemos encontrar un lugar en donde él se pueda quedar."

"No, Mamá y Papá, yo quiero que él viva con nosotros..."

"Hijo," -le dijo el padre, -"Tú no sabes lo que estas pidiendo. Alguien que esta tan limitado físicamente puede ser un gran peso para nosotros. Nosotros tenemos nuestras propias vidas que vivir, y no podemos dejar que algo como esto interfiera con ello. Yo pienso que tú deberías de regresar a casa y olvidarte de esta persona. El encontrará una manera en la que pueda vivir sólo."

En ese momento el hijo colgó la bocina del teléfono. Los padres ya no volvieron a escuchar de él. Unos cuantos días después; los padres recibieron una llamada telefónica de la policia de San Francisco.

Su hijo había muerto después de que se había caído de un edificio, fue lo que les dijeron. La policia creía que era un suicidio. Los padres destrozados de la noticia volaron a San Francisco y fueron llevados a la morgue de la ciudad a que identificaran a su hijo.

Ellos lo reconocieron, para su horror ellos descubrieron algo que no sabían, su hijo tan sólo tenía un brazo y una pierna.

Los padres de esta historia son como muchos de nosotros. Encontramos muy fácil el amar a esas personas que son hermosas por fuera o que son entretenidas, pero no nos gusta la gente que nos hace sentir alguna inconveniencia o que nos hace sentir incómodos.

Preferimos estar alejados de personas que no son muy saludables, hermosas o inteligentes como lo somos nosotros.

Afortunadamente, hay una persona que no nos trata de esa manera.

Alguien que nos ama con un gran amor, que siempre nos recibirá en su familia, no importa que tan destrozados estemos, física o mentalmente.Esta noche, antes de que te metas en la cama para dormir, reza una oración a Dios para que el te dé la fuerza para que puedas aceptar a la gente, tal y como es, y para que nos ayude a ser más comprensivos de esas personas que son diferentes a nosotros.

Existe un milagro que se llama -Amistad- que existe en el corazón.

Tú no sabes como pasa, ni como ha empezado, pero tú sabes la ayuda especial que tiene y te das cuenta que la amistad es el regalo más preciado que tenemos. Los amigos son una joya muy rara, en toda la extensión de la palabra.
Ellos nos hacen sonreír y nos apoyan para que nosotros progresemos.
Ellos nos prestan un oído, comparten una palabra de sabiduría, y ellos siempre van a abrir su corazón para nosotros.
Enséñales a tus amigos lo mucho que ellos te importan... , solo acuerdate de tus amigos y con uno al que le hables para saber como está, será un gran avance, siempre habrá alguien para quien nuestra voz sea un gran apoyo.

viernes, septiembre 09, 2005

La cueva

LA CUEVA

Dicen que una vez un hombre, era perseguido por varios malhechores que querían matarlo. El hombre entró en una cueva. Los malhechores empezaron a buscarlo por las cuevas anteriores de la que el se encontraba. Con tal desesperación elevó una plegaria a Dios, de la siguiente manera: "Dios todopoderoso, haz que dos ángeles bajen y tapen la entrada, para que no entren a matarme".
En ese momento escuchó a los hombres acercándose a la cueva en la que el se encontraba, y vio que apareció una arañita. La arañita empezó a tejer una telaraña en la entrada. El hombre volvió a elevar otra plegaria, esta vez mas angustiado: "Señor te pedí ángeles, no una araña."
Y continuó: "Señor por favor, con tu mano poderosa coloca un muro fuerte en la entrada para que los hombres no puedan entrar a matarme". Abrió los ojos esperando ver el muro tapando la entrada, y observo a la arañita tejiendo la telaraña.
Estaban ya los malhechores entrando en la cueva anterior de la que se encontraba el hombre y este quedó esperando su muerte. Cuando los malhechores estuvieron frente a la cueva que se encontraba el hombre, ya la arañita había tapado toda la entrada, entonces se escucho a uno de los hombres decir: "Vamos, entremos a esta cueva", a lo que respondió el otro: "No, no ves que hasta hay telarañas, nadie ha entrado en esta cueva. Sigamos buscando en las demás cuevas."

Preguntas para la reflexión:

- ¿Cómo es tu oración a Dios?
- ¿Qué significa para ti "poner la confianza en Dios"? ¿Lo haces?

jueves, septiembre 08, 2005

El vendedor de globos

El vendedor de globos

Una vez había una gran fiesta en un pueblo. Toda la gente
había dejado sus trabajos y ocupaciones de cada día para reunirse en
la plaza principal, en donde estaban los juegos y los puestitos de
venta de cuanta cosa linda una pudiera imaginarse.
Los niños eran quienes gozaban con aquellos festejos
populares. Había venido de lejos todo un circo, con payasos y
equilibristas, con animales amaestrados y domadores que les hacían
hacer pruebas y cabriolas. También se habían acercado hasta el pueblo toda clase de vendedores, que ofrecían golosinas, alimentos y
juguetes para que los chicos gastaran allí los pesos que sus padres o padrinos les habían regalado con objeto de sus cumpleaños, o
pagándoles trabajitos extras.
Entre todas estas personas había un vendedor de globos. Los tenía de
todos los colores y formas. Había algunos que se distinguían por su
tamaño. Otros eran bonitos porque imitaban a algún animal conocido, o extraño. Grandes, chicos, vistosos o raros, todos los globos eran
originales y ninguno se parecía al otro. Sin embargo, eran pocas las
personas que se acercaban a mirarlos, y menos aún los que pedían para comprar algunos.
Pero se trataba de un gran vendedor. Por eso, en un momento en que
toda la gente estaba ocupada en curiosear y detenerse, hizo algo
extraño. Tomó uno de sus mejores globos y lo soltó. Como estaba lleno de aire muy liviano, el globo comenzó a elevarse rápidamente y pronto estuvo por encima de todo lo que había en la plaza. El cielo estaba clarito, y el sol radiante de la mañana iluminaba aquel globo que trepaba y trepaba, rumbo hacia el cielo, empujado lentamente hacia el oeste por el viento quieto de aquella hora. El primer niño gritó:
-¡Mira mamá, un globo!
Inmediatamente fueron varios más que lo vieron y lo señalaron a sus
chicos o a sus más cercanos. Para entonces, el vendedor ya había
soltado un nuevo globo de otro color y tamaño mucho más grande. Esto
hizo que prácticamente todo el mundo dejara de mirar lo que estaba
haciendo, y se pusiera a contemplar aquel sencillo y magnífico
espectáculo de ver como un globo perseguía al otro en su subida al
cielo.
Para completar la cosa, el vendedor soltó dos globos con los mejores
colores que tenía, pero atados juntos. Con esto consiguió que una
tropilla de niños pequeños lo rodeara, y pidiera a gritos que su papá o su mamá le comprara un globo como aquellos que estaban subiendo y subiendo. Al gastar gratuitamente algunos de sus mejores globos, consiguió que la gente le valorara todos los que aún le quedaban, y
que eran muchos. Porque realmente tenía globos de todas formas,
tamaños y colores. En poco tiempo ya eran muchísimos los niños que se paseaban con ellos, y hasta había alguno que imitando lo que viera, había dejado que el suyo trepara en libertad por el aire.
Había allí cerca un niño negro, que con dos lagrimones en los ojos,
miraba con tristeza todo aquello. Parecía como si un honda angustia
se hubiera apoderado de él. El vendedor, que era un buen hombre, se
dio cuenta de ello y llamándole le ofreció un globo. El pequeño movió la cabeza negativamente, y se rehusó a tomarlo.
-Te lo regalo, pequeño-le dijo el hombre con cariño, insistiéndole
para que lo tomara.
Pero el niño negro, de pelo corto y ensortijado, con dos grandes ojos tristes, hizo nuevamente un ademán negativo rehusando aceptar lo que se le estaba ofreciendo. Extrañado el buen hombre le preguntó al pequeño que era entonces lo que lo entristecía. Y el negrito le
contestó, en forma de pregunta:
-Señor, si usted suelta ese globo negro que tiene ahí ¿Será que sube
tan alto como los otros globos de colores?
Entonces el vendedor entendió. Tomó un hermoso globo negro, que nadie había comprado, y desatándolo se lo entregó al pequeño, mientras le decía:-Hace vos mismo la prueba. Soltalo y verás como también tu globo sube igual que todos los demás.
Con ansiedad y esperanza, el negrito soltó lo que había recibido, y
su alegría fue inmensa al ver que también el suyo trepaba velozmente
lo mismo que habían hecho los demás globos. Se puso a bailar, a
palmotear, a reírse de puro contento y felicidad.
Entonces el vendedor, mirándolo a los ojos y acariciando su cabecita
enrulada, le dijo con cariño:
-Mira pequeño, lo que hace subir a los globos no es la forma ni el
color, sino lo que tiene adentro.

miércoles, septiembre 07, 2005

La Diferencia

LA DIFERENCIA

Cuentan que una vez un hombre mayor caminaba por la playa contemplando el mar, cuando a lo lejos vio una figura de un hombre que parecía bailar.

Se apresuró para acercarse más a esa persona y ver exactamente lo que hacía.

Cuando se acercó se dio cuenta que no estaba bailando sino tomando estrellas de mar y arrojándolas mar adentro tan fuerte como podía.

Le pregunta entonces: "¿Qué haces mi joven amigo?".

Este respondió: "La tarde está cayendo y la marea bajando, si no arrojo estas estrellas al mar morirán, así que las estoy enviando dentro del mar otra vez".

El hombre mayor sonrió irónicamente y le dijo: "Pero hay miles de playas en todo el mundo, donde miles de estrellas de mar morirán. ¿Crees tú que con eso harás la diferencia?".

El joven se detuvo por un momento, suspiró, tomó otra estrella, la arrojó y dijo: "¡Bueno, acabo de hacer la diferencia para esa!".

¿Saben?, mucha gente se pasa la vida diciendo cosas como:

- "Para qué... todos lo hacen",

- "Qué gano con respetar si nadie lo hace",

- "No vale la pena ayudar, si todos no ayudamos".

Si bien es cierto que la unión hace la fuerza, cada uno de nosotros debe buscar hacer el bien a cada persona que encontremos, pues los héroes son aquellos que hacen más de lo que los demás fueron capaces, y no porque no pudieran hacerlo, sino porque no quisieron.

Si ves a una persona tirada en la calle y nadie se inclina a hablarle hazlo tú; tal vez no acabes con la pobreza en el mundo, pero le habrás recordado a alguien que es un ser humano y que aún hay personas buenas en el mundo.

Cristo murió en una cruz, y a pesar de que muchos se pierden, a pesar de que muchos se alejan, a pesar de que muchos no creen... Cristo no "tira la toalla" sino que siempre está en la playa haciendo la diferencia para aquéllos que le buscan de corazón...

martes, septiembre 06, 2005

La liebre y el tigre

LA LIEBRE Y EL TIGRE...

Que gran decepción tenía el joven de esta historia, su amargura absoluta era por la forma tan inhumana en que se comportaban todas las personas, al parecer, ya a nadie le importaba nadie.

Un día dando un paseo por el monte, vio sorprendido que una pequeña liebre le llevaba comida a un enorme tigre malherido, el cual no podía valerse por sí mismo.

Le impresionó tanto al ver este hecho, que regresó al siguiente día para ver si el comportamiento de la liebre era casual o habitual. Con enorme sorpresa pudo comprobar que la escena se repetía: la liebre dejaba un buen trozo de carne cerca del tigre.

Pasaron los días y la escena se repitió de un modo idéntico, hasta que el tigre recuperó las fuerzas y pudo buscar la comida por su propia cuenta.
Admirado por la solidaridad y cooperación entre los animales, se dijo:
"No todo está perdido. Si los animales, que son inferiores a nosotros, son capaces de ayudarse de este modo, mucho más lo haremos las personas".

Y decidió hacer la experiencia: Se tiró al suelo, simulando que estaba herido, y se puso a esperar que pasara alguien y le ayudara.

Pasaron las horas, llegó la noche y nadie se acercó en su ayuda. Estuvo así durante todo el otro día, y ya se iba a levantar, mucho más decepcionado que cuando comenzamos a leer esta historia, con la convicción de que la humanidad no tenía el menor remedio, sintió dentro de sí todo el desespero del hambriento, la soledad del enfermo, la tristeza del abandono, su corazón estaba devastado, y casi no sentía deseo de levantarse.

Entonces allí, en ese instante, lo oyó...
¡Con qué claridad, qué hermoso!, una hermosa voz, muy dentro de él le dijo:

"Si quieres encontrar a tus semejantes, si quieres sentir que todo ha valido la pena, si quieres seguir creyendo en la humanidad, para encontrar a tus semejantes como hermanos, deja de hacer de tigre y simplemente se la liebre".